Al parecer un fantasma me acecha.
Hay un maldito reloj de carne
que interrumpe mis en masturbaciones
con un tic tac insistente
convertido en putos quejidos.
Asqueada de que interrumpa en mi cabeza
no siendo egoista sino más bien, menos hipócrita
se me vuelve imperiosa su jodida muerte
o en su defecto; que vuelva al puto coño de su madre...
2 Comments:
oja...
hasta me dio rabia.
aún me da vueltas tu comentario... no sé de que modo interpretarlo.
Post a Comment
<< Home