Inquieta.

En realidad esa és la palabra que me puede definir en ciertos dias, y lo peor (no sé si realmente llamarlo peor...) es que sé, que me pasará una y otra vez...

Lo único que sé, es que sólo me vasta tener la mente dos segundos en blanco para para luego despertar en un viaje imaginario que me traslada a otro sitio de este universo, una galaxia placentera, una Via que no es la Via Lactea precisamente, y aunque tiene una similitud con ésta a la cual viajo, pues a las dos se les familiariza la palabra leche, ésta segunda leche a la que me refiero es una leche semental.
Está comprobado que las mujeres a diferencia del resto de los animales, no demuestra su periodo de ovulación por medio de signos visibles al macho -y al decir signos visibles me refiero a cambios que se notan fisicamente por ejemplo el cambio en el color del plumaje o la secrecion de cierto olor-. Sin embargo, y a diferencia de los animales, la mujer tiene una particularidad que cuenta con la venia de la comprobación cientifica. En ella surgen cambios hormonales que la hacen desear rostros más masculinos, más rudos, algo así como ir en busca del lado más animal. Esto nos defiende de manera lógica y cientifica, el sentirnos atraidas por ciertos tipos de hombre duranto algunos dias, mientras que el resto del mes derivemos la atencion hacia otros que pueden resultar no tan machos en apariencia. No sería culpa nuestra , sino más bien de la madre naturaleza...
...pero eso me dá igual, la causa científica sólo la ocupo de excusa, pues la sensación va un poco más allá, ya que es netamente deseo dirigido al sexo, al miembro, al gemido , al dolor , al fluido, a la piel, al respiro, a las sabanas, a la tranpiracion, al silencio...

Conclusión: quizas la ciencia pueda explicar este deseo que parece extenderse (al menos por mi parte),a partir de la misma base del estudio realizado acerca del "periodo de la ovulación". Mientras que yo por el momento intentaré controlar mi imaginacion, o por el contrario salga por las calles en busca de un miembro...